
«Civilización» o «Barbarie»… Una de las predominantes tensiones alrededor de la cual se ha configurado buena parte de nuestra vida cultural.
Honrando mis orígenes y convicciones, siempre asumí con orgullo mi «Bárbara» condición, al mismo tiempo que he sabido admirar y amar las luces de la «Civilización».
Profunda americanidad en la que hundo mis raíces, y horizontes lejanos que me atraen invitándome a nutrirme de la diversidad.
Seguramente porque vivir y crear son la misma cosa, estas cuestiones subyacen a las irrupciones de París en las pampas que ensayo en esta serie de trabajos.
Fantasmagorías y urdimbres de gesto y materia, que intentan evocar la extrañeza de horizontes multiplicados y superpuestos, como estelas de lo que somos, lo que soñamos ser, y sobre todo, de lo que nos empeñamos en negar.