
Breve semblanza de Adolfo Ollavaca, pintor y poeta, pero sobre todo, personaje entrañable de la bohemia porteña de primera mitad del siglo XX.
Artista singular, cuyas pinturas se acercan a extraños mundos, y cuya obra literaria está escrita en «Crefundeo» un idioma que él mismo había creado.
Aunque el mundo entero parece haberlo olvidado, su rara y oscura luz, de inciertos modos aún nos alcanza…